¿Te has preguntado cómo hacen las personas que nacen en situaciones de pobreza (casi) extrema para crear una vida de tranquilidad, prosperidad y abundancia?
Entonces te cuento mi historia:
Digamos que yo tenía todas las condiciones socio económicas para pasarme la vida en la miseria: viviendo al lado de una quebrada de agua sucia en uno de los barrios más pobres de Caracas (Venezuela), siendo la última hija de una familia de padres divorciados, y con una madre que sólo disponía de una máquina de coser para comprar comida y pagar la escuela.
Aproveché al máximo lo poco que la vida me pudo dar: Trabajé desde los 10 años en una fábrica por horas, mientras estudiaba en la escuela. A los 16 años tomé el 85% de mi primer salario como empleada formal y lo invertí en un curso de inglés. A los 24 años me gradué en Administración de Empresas, luego en Gerencia de Finanzas y en Consultoría Organizacional. Me certifiqué como consultor de sistemas financieros para multinacionales, aprendí psicología financiera y Neuroeconomía. Viviendo en Venezuela, leí más de 100 libros de finanzas, prosperidad y abundancia mientras iba en el metro o esperaba ser atendida en algún lugar.
Un día del año 2011, decidí soltar todo lo que tenía e irme a vivir a Europa. A pesar de que nada de lo que planifiqué se dio, hoy vivo la vida simple en Brujas (Bélgica), al frente de un bello canal con cisnes que me recuerdan cuánto he invertido, he arriesgado y he aprendido en esta maravillosa existencia que algunos le llaman «suerte».
Hay muchas cosas que disfruto hoy día, y que jamás pensé vivir. Creo que cualquier persona, sin importar sus orígenes, puede llegar tan lejos como lo desee. Es cuestión de saber identificar su valor personal y desarrollar el hábito de recibir lo que la vida le ofrezca.
Para mí, todo ha sido un camino de consciencia de riqueza, que nada tiene que ver con sentarme a pedirle al Universo, sino con ofrecerme de corazón a ayudar a otros desde lo que soy, lo que sé hacer y lo que tengo.
Aunque sigo invirtiendo en mí todos los días, admito que ser millonaria no es algo que me quite el sueño. Mi misión es ayudar a un millón de personas a crear riqueza desde lo que son y lo que tienen, para que se materialice en una vida de consciencia, abundancia y contribución. Por eso he creado una comunidad de personas como yo, que quieren ayudar a mejorar el mundo desde el alma, y que solo necesitan creer, crear y circular el dinero, no solo para bendecir sus dones, sino para materializar el amor al prójimo.
En los últimos 12 años he enseñado el manejo del dinero y la conexión con la riqueza desde la mente, el cuerpo y el espíritu. He ayudado a personas a comprender las finanzas, a crear relaciones sanas con el dinero, a convertir sus misiones de vida en proyectos sustentables y a colocar sus riquezas en actividades rentables que mejoran el mundo.
Creo en el dinero como el amigo que está siempre presente, incluso cuando a veces no lo vemos. Si algo de esto resuena contigo, agrégame por LinkedIn y hazme las preguntas que quieras.
Sueño con un mundo donde podamos dar sin lástima y recibir sin culpa.
Es mucho lo que queda por hacer, pero estoy feliz de dar el primer paso… y de que tú me acompañes en este camino.
Gracias por existir